¿Cómo hubiese sido el Lexus Landau Concept si se hubiese lanzado en 2021?

Hoy quiero mencionar en éste blog uno de los concept más singulares de la historia de Lexus, el Landau, primer compacto de la marca presentado en un evento de renombre cuyo propósito era analizar la reacción de los asistentes ante la llegada de un compacto de lujo en una época en la que ese concepto aún no estaba ni mucho menos madurado, aunque por entonces no le quedase mucho para empezar a hacerlo.

No quiero hablar plenamente de éste «juguete roto» que como bien podréis suponer (para l@s que no lo conozcáis) nunca llegó a ser un modelo de producción, sino más bien, quiero hacer un ejercicio de comparativa de éste modelo, (que como ya digo fue uno de los precursores en un segmento que con el paso de los años ha llegado a crecer bastante) si se hubiese presentado 27 años después.

Voy a empezar resumiendo brevemente la historia del Landau sin entrar mucho en detalles, principalmente por dos razones, ya hablé sobre él hace varios años en uno de los blogs donde redactaba, y dos, como bien digo, se trata más de comparar que de conocer (aunque viendo datos y fotos, en éste caso no hay mucho más que contar). Comenzaré diciendo lo más importante, que no es ni nada más ni nada menos que fue diseñado por Italdesign, que equipaba un motor V8 de 4 litros heredado de su hermano mayor el LS400 con el que desarrollaba 250 CV, y que además dicha fuerza se repartía entre las cuatro ruedas gracias a que lo dotaron de tracción total, todo un «juguetito» cuyo interior se teñía de materiales de muy buena calidad y aspecto, como todo buen Lexus que se aprecie.

Después de leer lo que acabo de escribir, en pleno año 1994, podría llegar a ser un tanto interesante, pero la palabra más acertada en éste caso es atrevido, y es que si nos trasladamos a aquel curioso año 1994, es justo decir que Lexus era quizás una de las marcas que más se merecía (sino la que más) de ser precursora en un segmento así, dónde podría haber lanzado el primer coche de lujo compacto práctico y estilizado, pero seamos pragmáticos, el Landau no era la forma correcta de hacerlo ni mucho menos.

Su diseño era más acorde al de una marca generalista, que al de una marca premium.

Para empezar el único mercado para entonces que podría digerir bien un coche de éste concepto era Europa, de hecho no mucho después aquí debutaron, y bastante bien, el Audi A3 o el Mercedes-Benz Clase A, que sí ofreciendo motorizaciones más modestas y realistas para un vehículo de esas dimensiones, y sobre todo, un diseño un tanto más fino, tradicional y no tan ¿peculiar?. O sencillamente, profundizando más en su diseño, podría decir que no debería de haber reflejado un diseño tan ¿italiano?, pues si bien la idea de encargar un trabajo así a Italdesign, vino porque dicho estudio había conseguido ya hacer muy buenos trabajos para la marca, como la primera generación del GS, en ésta ocasión, parece ser que no quisieron obtener un resultado tan sobresaliente como el del propio GS.

Por lo tanto, si el Landau, hubiese tenido un diseño con una identidad más próxima a la que Lexus reflejaba en dicha época en sus modelos de producción, y una o unas mecánicas más acordes a las de un vehículo de su tamaño, podría haberse convertido en un auténtico quebradero de cabeza para las marcas alemanas, pero por suerte para ellas, sencillamente no fue así. Y aunque si bien es cierto que lo más parecido al Landau llegó al mercado en 2011 con el CT200H, la situación no fue ni de lejos la misma, puesto que el CT200H llegaba cuando ya éste tipo de segmento estaba bien consolidado, y además con el valor añadido de su tecnología híbrida, por lo tanto nada podía fallar, lo cuál es una estrategia muy común en las marcas japonesas, no arriesgar sin haber analizado bien el terreno (bravo por ellos).

De hecho aquí entramos en el centro del huracán de éste post, la respuesta de la pregunta que encabeza a todas éstas palabras, que no es más que una estrategia bien consolidada y adaptada a los tiempos, que seguramente sí hubiese acabado en una sala de exposición. En otras palabras, si bien en Landau era una apuesta interesante pero mal enfocada, si se hubiese presentado hoy en día hubiese sido un concepto como tal totalmente opuesto.

¿Le encontráis sentido a un techo panorámico centrado únicamente para los pasajeros traseros? Yo no.

Para empezar, en 2021, el Landau hubiese tenido un nombre más acorde a la línea de Lexus, no un nombre diferenciado a los de su gama actual, algo que no ocurrió en 1994 con el Landau, cuyo nombre no se asemejaba a ninguno de los modelos que ofrecía la marca por entonces, y cuyo origen, que viene a hacer referencia a los carruajes de caballos, sencillamente, «no le pegaba ni con cola». En pleno 2021 el Landau hubiese tenido un nombre como LF-Z, o NX-Z, o algo similar, porque evidentemente, el Landau en 2021 hubiese sido un Suv compacto, un concepto más que consolidado, y sobre todo, más que demandado.

No, no hubiese sido un nuevo concepto de automóvil que está por llegar, o que podamos haber visto de forma similar lanzado por otra marca (como a principios de los noventa BMW nos mostraba con su serie 3 Compact, que era lo más parecido a un compacto premium (convirtiéndolo quizás en el verdadero precursor de éste tipo de automóviles)), no, hoy en día hubiésemos visto un Suv compacto más pequeño que el UX, o similar al UX, o que se situase entre el NX y el RX, pero no hubiésemos visto un nuevo concepto atrevido y descabellado que hubiese podido llevar a pensamientos del tipo de ¿para qué han presentado algo así?, o ¡es tan loco que me gusta!

Porque en 1994 un compacto premium con un V8 y tracción total era atrevido y disparatado, pero sobre todo, atrevido. Por lo tanto, de su mecánica tampoco habríamos podido esperar riesgo alguno si se hubiese lanzado en 2021, pues si bien no nos hubiesen presentado un modelo movido por energía eléctrica, nos hubiesen presentado uno movido por hidrógeno, o por pienso para gallinas, pero no algo que al mismo tiempo pueda emocionar y en cierto modo hacer pensar que un fabricante de renombre ha perdido la cabeza, por lo tanto en 2021, la mecánica del Landau hubiese sido algo a a lo que ya nos tienen más que acostumbrados todos los fabricantes actualmente.

Es por eso que podemos usar el caso del Landau como una crónica real de cómo es hoy el mundo del motor, a lo que hemos llegado. Y es que si bien he comentado de diferentes formas éste tema aquí, hoy en día tenemos un situación un poco más definida y menos desconcertante que por ejemplo hace dos años. Y lo podemos ver sencillamente usando como ejemplo un concept car que simplemente, en un Salón del Automóvil, pretendía ver como haría reaccionar al público un concepto no visto hasta el momento, o simplemente es justo decir, que quizás en 1994 Lexus sólo quería presentar algo que llamase la atención y no un modelo de pre producción.

Y es que es posible que el Landau hoy en día no hubiese sido un LF-Z o un hermano menor del UX, podría haber sido un coupé híbrido con un motor V12, ¿o no creéis que un fabricante serio pudiese presentar un concept car así en la actualidad cargado de riesgo y enfocado a la sorpresa del público? Yo como digo, tengo claro que el Landau hubiese sido un LF-Z si se hubiese presentado en 2021, pero como todo es discutible y para no perder costumbres, estáis invitad@s a plasmar vuestros pensamientos al respecto con vuestros comentarios.

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